jueves, 28 de abril de 2011

Camino...

No recuerdo bien cuál fue el primero. Llovía, y se que no lo hice completo, sino que me incorporé en la cruz de la Varita. Desde el Santuario hacia esa Cruz iba en el coche de mi padre, en aquella por entonces una de mis primeras romerías de abril. Salió envuelta, en sábanas blancas y con el capote de camino, esa loneta azul en que sólo un rectángulo plastificado nos dejaba ver Su Cara, en ese momento tapada por unas telas de hilo blanco tejidas con el amor de su pueblo para Ella. Era una estampa atípica, fuera de lo común, puesto que lo normal hubiese sido vislumbrar su tez morena a través del plástico de su antiguo templete cubierto por el capote del agua. La Seguí por el camino, hasta llegar al pueblo. Una tarde de aguacero, con frío, tormentas y granizos que aumentaron la fe de todos los que acompañabamos a la Madre de Dios, yo por entonces de la mano de mi madre, que benditamente me inculcó el amor hacia Ella. Desde entonces no he faltado nunca. Siempre acompañé su caminar. Ahora llega de nuevo la hora y el nerviosismo de siempre recorre mi interior de la misma forma. Un año más...

martes, 26 de abril de 2011

Espera...

5040 horas. Ese tiempo es el que hemos estado soñando con Ella. 5040 horas que se traducen en 210 días, 7 meses de espera.

Ahora ha regresado a nuestras vidas, de las que nunca se fue. Un ser humano no puede vivir sin su madre, y ahora regresa esa ilusión por verla de nuevo. Atrás quedaron los días, las horas, las noches que al apagar la luz sólo brillaba su imagen en nuestras retinas. Sólo faltan horas para encontrarnos con Ella, que espera ya paciente en su Santuario a que su pueblo regrese a Sus Plantas, esta vez, para devolverla a Guadalcanal. Ha llegado la hora...

domingo, 24 de abril de 2011

Se nos fue...

Y casi no nos enteramos. Ha sido una semana triste, melancólica y nostálgica. Una semana de impotencia, cargada de emoción que no ha podido verse reflejada en las calles, como llevábamos esperando tanto tiempo. La maldita lluvia ha roto las ilusiones que hace una semana se vestían de limpio y salían a las calles buscando la luz que tanta falta nos ha hecho y que ha pasado de largo este año, dejando corazones huérfanos de vida e ilusión, y cargados de sueños para un próximo año. Ahora sólo queda esperar, mientras que las lágrimas siguen aflorando de vez en cuando a nuestros ojos por lo que se nos ha escapado de las manos y casi no nos hemos enterado.

sábado, 16 de abril de 2011

Ilusión

LLegó la hora. Un año más llegan los días grandes a la ciudad que espera engalanada. Las sargas y rasos rojos cuelgan los balcones, y las calles se engalanan y preparan para recibir a Dios, que comienza a recorrer una ciudad provista de todo para hacerle su Pasión y Muerte llevadera, rodeándolo de amores y vítores. La ilusión del día más esperado del año brota encendiendo gusanillos de vida en el interior de cada cofrade, de cada alma que contempla este día la magia de una fiesta histórica que se engrandece cada año, y se sirve de los mejores manjares para una Ciudad exquisitamente preparada por sus habitantes. Sevilla sueña, duerme y se despierta ante una nueva Semana Santa. Llegó la hora. Es Domingo de Ramos.

miércoles, 13 de abril de 2011

... del pregón de Guadalcanal de 2011.

LA MADRUGA

Y tras una noche de verdes esperanzas, llega la madrugada de Guadalcanal.  Una noche de inquietudes e incertidumbres. Cuantas veces habremos mirado el cielo a través de las ventanas de nuestros hogares, cuantos suspiros de alivio al contemplar que lucen las estrellas y cuantos nervios al ver correr las nubes enturbiándose nuestra visión, con alguna que otra lágrima anticipada. Permaneceremos a la espera entreteniendo nuestro sueño , porque es noche de luces encendidas en los salones de nuestros hogares y cuando el reloj inexorablemente avance en el tiempo, la madrugada se hará silencio y el silencio madrugada en la plaza de Guadalcanal. Las blancas paredes de Santa María, parecerán estar mudas y su puerta cerrada.
Y  ahora nazareno, mientras tu cíngulo amarillo se aprieta contra la tela morada, me uno a ti en larga fila que cruzará la noche y juntos nos preguntaremos:
¿Habrá silencio en la plaza? ¿La cubrirá un cielo rodeado de estrellas y será la  luna expectante con su luz plateada, quien alumbre la primavera?
No lo se nazareno, pero a mi siempre me lo han contado.

Me contaron de la luna
del caminar del reloj
del dialogo silente
del azahar en flor
de la brisa, de la gente
de las rejas de un balcón
de un suspiro entrecortado
que escapa de un corazón
en una noche de relente
que no hace frío ni calor
¡que bonito nazareno
cuanta fe cuanta emoción!

Y nosotros , ¿ que contarles?
Que aquí  no hay silencio, solo un revuelo de nazarenos que ajustamos el capillo y un murmullo de todo hermano, que busca su insignia y se acomoda en su tramo.

El costalero retoca su costal, mientras se lía en faja morada y el llamador inquietante, espera ansioso la mano del capataz.
El templo  es ilusión del niño, que viste por primera vez su túnica y de mayores que un año más, cumplimos tradición. Se ordena el desorden y se forman las filas en silencio, tras un cristo que avanza hacia el cancel. Un escalofrío vaga de alma en alma, se acerca la hora.
Solo tres aldabonazos y el férreo chirriar del cancel, nos anuncia que todo ha comenzado. El frío relente de la noche penetra en el interior, haciendo mover levemente la túnica morada del Señor de Guadalcanal.
Solo el rachear de zapatillas y la voz entrecortada por la emoción del capataz. serán la leve melodía que llevará el paso a la calle.

Señor, ya estás en la plaza
yo no puedo ver tu cara
pero veo tu cruz, veo tu espalda
y veo como el cirineo
te ayuda con esa carga
siento un escalofrío bajo mi saya morada
escucho la saeta que es una voz que te llama
se ha roto ese silencio
es el pueblo, son sus palmas
el ansia de una oración
que no musita palabras
es el beso de unos labios
y unos ojos que se empañan
es el pincel de la noche
en su lienzo de esperanza
quien dibuja un cielo azul
con estrellitas de plata
y es Nuestro Padre Jesús
que hoy ha bajado a la plaza
para llevar nuestra cruz
y alimentar nuestras almas.

El frío relente de la noche ya roza levemente sobre mi capillo. No hay hora, minuto ni segundo más sublime, que  cuando el humilde pisar de un nazareno se aprieta sobre el pavimento de la madrugada,  manchado de cera. Ese pavimento que minutos antes ha pisado el costalero en silencio. Ahora su rachear firme va rodeando la plaza, entre el eco cercano de la corneta y el ronco quejido de un tambor. Hasta un calvario todavía lejano, caminará en silencio por las calles de Guadalcanal y hasta tres veces deberá desvanecerse en cualquiera de nuestras esquinas, abatido por el peso que en su hombro, ha depositado la injusticia, la envidia y la desigualdad. Pero el amor que Guadalcanal profesa al Nazareno, ese mismo amor convertido en varón de Cirene, ha subido hasta un calvario de rojos claveles, para hacer tu peso más liviano y llevadero, convertir en caricias las espinas de tu frente y hacerse fieles seguidores de esas aristas que componen tu madero; Que de él la señal de cristiano hicieron, para adorarte por los siglos venideros.
Y mientras la noche nos va regalando esas gotas de rocío, que como cuentas de un rosario de amor,se van desgranando en tu noche mas amarga, mis labios nazarenos quieren también rezarte, y ¿Cómo podría yo rogarte para que me concedieras tu gracia? ¿Cómo bajo este capillo que me impide verte la cara? Y ¿Qué gracia me concedieras que no me haya sido ya dada?
 Si solo el hecho de verte, en otra nueva madrugada
con la llama de mi cirio iluminando tu cara
es para mí la fuente del amor
donde bebe mi alma cansada.
pero ¿cómo podría yo Señor arrancarte ese dolor que te seca las entrañas? si solo soy un nazareno, quiero ser y no soy nada, ante toda la impotencia por esa injusticia innata.

Quiero ser cirineo y quiero ser madrugada
quiero ser el consuelo y quiero ser la medalla
calvario para que pises, verónica para tu cara
saeta para cantarte, plegaria para rezarla
beso para besarte y túnica para bordarla
quisiera ser la torre y sostener la espadaña
reflejarme en tu paso, con el sol de la mañana
quiero ser el costalero y sentir en mis espaldas
ese peso del madero y el amor de tu mirada
quiero ser el capataz y desgarrar mi garganta
quiero a golpe de martillo acariciar tus entrañas
ser luz, ser cirio, ser alba
ser ese maniquetero que te acaricie tus andas
quiero ser el monaguillo y el incienso que derrama
quiero ser el azahar que la plaza perfumara
y quiero ser Guadalcanal
para besar tu talón y arrodillarme a tus plantas.

Cuando la negrura del cielo se va tornando en claridad, el caminar del nazareno ya se nota cansado. La madrugada es fría y larga, pero el amor que les conduce es inmenso y duradero.
Las capas moradas del cortejo del palio arropan el llanto de la  Virgen, cuando la calle granillos aparece como el hilo conductor hacia la cima. Siempre he encontrado en esta calle, la verosimilitud de la calle de la amargura. La cima del Gólgota está ya próxima, no puede ser de otra manera que esa confluencia de calles a donde se asoma la sombra del convento , donde Jesús encuentre a su madre.
La Virgen de la Amargura se mece entre el dorado de su bambalina y  el azul deslumbrante de su manto. Su  mirada se pierde en este calvario que evoca viejos recuerdos, cuando clava firmemente sus pupilas en los muros del convento.
Atrás quedan los recuerdos, aquellas negras tocas , aquellos labios que rezaban y aquellas manos temblorosas que dejaban caer una a una las cuentas de un rosario, cuando pasaba frente a ellas la Virgen de la Amargura. El silencio y la ausencia, cubren el gran hueco que dejaron las dulces palabras de la hermana Josefa María, la eterna sonrisa de la hermana María Reyes o los sabios consejos de la hermana Isabel.
Hoy, mientras la Virgen de la Amargura se mece frente al portal de su casa hermandad, desde el balcón celestial contempla tal belleza la hermana Josefa Maria. La Virgen casi deja escapar una sonrisa para ella, entre el mar de lágrimas que fluyen de sus ojos.
La madrugá de Guadalcanal se hace plena de luz, dando paso a una hermosa mañana. Leves rayos de sol iluminan suavemente el rostro de la señora, mientras que en la sierra,se dibuja el perfil luctuoso de la muerte.

Madrugá del Viernes Santo
¿ya no llora la señora
o es que el eco de su llanto
se ha secado y ya no aflora?
Es la cuesta de Santana
empinada y dolorosa
cuando el sol de la mañana
la ilumina tan hermosa
que parece que sus ojos
Como perlas cristalinas
sin lagrimas se adivinan
y no se advierte su congojo.
y es que al verla llorar tanto
Guadalcanal se compadece
y su pañuelo le ofrece
para el caudal de su llanto.
La noche gris y oscura
de plena luz se ilumina
la virgen de la Amargura
por el palacio camina
manto azul de terciopelo
sobre su saya bordada
tez acaramelada
y suspiros de consuelo
reina de la mañana
y Amargura de los cielos.

lunes, 11 de abril de 2011

Pregón...

El domingo de Pasión, señal inequívoca de una gloria que alcanzamos ya con las manos, nos marca en el día en que la exaltación a lo que está por venir se desarrolla en muchos lugares del mundo. Pero hay un lugar en el que este año es destacable alabar con palabras y letras de oro el pregón de la Semana Santa, y ese lugar vuelve a ser después de algunos años Guadalcanal. Una mujer de profunda convicción religiosa, cuya vida se ha marcado y contado por Viernes Santos en lugar de por años, se subió al atril de la Semana Santa mayor de la Sierra Norte de Sevilla, para pronunciar un texto cargado de contenido religioso, en el que se desarrollaron sus más importantes creencias y quedaron exaltadas todas y cada una de las Imágenes de la Semana Mayor guadalcanalense, pasando por las más actuales preocupaciones de nuestro pueblo. Por eso hoy, esta entrada de Lunes de Pasión no va dedicada a ninguna imagen procesional ni a ningún aroma, ni a ningún sentido, tan sólo va dedicada a una mujer, que en el día de ayer hizo brotar mis lágrimas desde que comenzase a hablar hasta que pronunció el HE DICHO. Ojalá vengan muchos pregoneros similares, porque mejores lo dudo. Enhorabuena Cloti.

viernes, 8 de abril de 2011

... llegó.


Estos días hemos tenido la gloria cercana ya, en los templos todo comienza a coger forma. Ha llegado la semana de vísperas y comienza el cambio en la Ciudad. La transformación que la hace grande estos días y única en todo el mundo. Por los barrios y por el centro se comienza a vislumbrar la luz al fondo del tunel que ha durado más de un año. Y todo lleva al mismo suspiro que hace exclamar a los cuatro vientos que "esto está aquí". Hemos asistido a la mudá, al traslado de enseres y a la subida al Paso de los Sagrados Titulares, y aunque cada vez está más cerca, ya podemos afirmar que ya es Semana Santa. En el templo en que rezamos martes tras martes ha cogido todo forma, y hoy el sueño se ha hecho realidad. La Madre de Dios preside ya su Paso de Palio esperando el Martes Santo, y su Hijo, a su Lado, recibe la bofetada un año más. En el Barrio de San Lorenzo, hoy, penúltimo viernes de Cuaresma, ya es Semana Santa.

miércoles, 6 de abril de 2011

Luz del Alba


La mañana fresca ha despertado al soniquete de los vencejos y golondrinas, cuyos cantos anuncian el nuevo día. Un cañaveral de cera y luz asoma por las esquinas encaladas, perfumando de incienso las calles de la sierra, en un amanecer que torna en grisaceo las lúgubres llamas de la noche. Ha vencido el sol a la luna, y amanece entre las casas recortadas por el cielo celeste de una nueva mañana. La Luz del Alba en su paso de Palio asoma por los trechos de las calles que alfombra la cera morada del río de fe que sigue a Su Hijo. Así, entre aroma a rosas y flores frescas de primavera, la Madre de Dios recorre las calles de nuestro pueblo, sin otro sonido que el tintineo de sus varales con los rosarios de fe que cuelgan, al compás de Amarguras que suena tras su palio. La Luz del Alba ha salido, la Amargura pasa por Guadalcanal.

lunes, 4 de abril de 2011

Porque mira al cielo azul


La calle Castilla es donde termina Triana, o donde empieza, según la dirección que cojamos. El comienzo de la calle Castilla lo marca el mercado, o bien el Patrocinio. En el comienzo por el Patrocinio está el comienzo de la vida, o bien el último aliento antes de la Salvación. ¿A dónde mira El Cachorro? Dicen que no ha visto nunca ni Sevilla ni Triana, ni el barrio del Baratillo ni la Capillita del Postigo, sólo ve balcones desde los que le cantan Saetas, Seguirillas, Soleares de Triana. Sólo ha visto al Giraldillo (casi ná) y a la Inmaculada que culmina la Plaza del Triunfo, con la que dicen, mantiene diálogos en la noche del Viernes Santo. Lo que es certero es que mira al cielo azul, como dice la sevillana, de esta tierra mariana que busca en su cara la Luz. La luz de un mundo mejor, la luz de una última expiración antes de la muerte que lleva a la vida. El Cachorro muere o renace en la cruz, porque sus ojos miran al cielo, no se cierran en Sevilla, ni en Triana. Están abiertos siempre porque son los ojos de Dios. Cachorro de Dios, Cachorro.

domingo, 3 de abril de 2011

ESTRELLA DE LA MAÑANA

Cae la tarde en los cobrizos cielos del Aljarafe. Por el recortado cielo que descubre la Giralda comienza a asomar la tenue luna, creciente estos días hasta que alcance su máximo esplendor. En el puente, las farolas que iluminan el camino a Triana reflejan en el Río luces del Carmelo que hace al viandante santiguarse ante la Virgen del cuadro que preside la capillita. Y las primeras estrellas se reúnen en la esquina de la calle San Jacinto. La espadaña alcanza el cielo azul del domingo de Ramos. La Madre de Dios que da luz a Triana ha bajado de su Camarín y pisa el suelo trianero por dos días. Sus hijos, en la pequeñez de su casa, han llegado para besar su mano. Estrella de la Mañana, Estrella de los Trianeros, Estrella de Sevilla. Estrella del Domingo de Ramos. La Virgen ha bajado de su costelación celeste por dos días, y reluce radiante ante su Barrio. Reina de los Cielos, Ruega por nosotros.

viernes, 1 de abril de 2011

El sueño de todo un pueblo


1 de Abril. El calendario de abril evoca el sueño que se hace realidad a final de mes. Ella es el paradigma de lo ideal, de los sueños que llegan a hacerse realidad. Si su mirada, su rostro, sus manos, se analizan detenidamente estamos en lo cierto de que la perfección existe. El invierno ha sido largo, muy largo. Han sido muchos días de ausencia, muchas tardes recordando su belleza, muchas noches al amparo de una foto en la cabecera, muchas mañanas que al despertarnos y mirar su cara en la estampa de la pared, soñamos que llegara Abril. Abril ha llegado, y el gusanillo despierta más vivo que nunca. Faltan solo 29 días, un mes que pasará volando por la gloria que tiene en la segunda quincena. Y pasada la gloria de la penitencia, llegará la locura de la primavera. Tamboriles, panderetas, palillos y palmas surcaran los vientos de la Sierra y la Madre de Dios volverá a su pueblo. Entonces el sueño de todo un pueblo se habrá hecho realidad y sólo resonará un nombre que brotará de todos los labios de Guadalcanal: GUADITOCA.