jueves, 29 de septiembre de 2011

La sombra de la devoción

El sol bañaba la sierra con el despertar áureo de la mañana. Este sol de justicia que, en sus primeras horas, sorprendía a la Estrella más reluciente del firmamento por los campos de la sierra, reflejando su silueta en laderas y arboledas que, bañadas con su mirada, alegraban la presencia de la Más Pura entre todas. La sombra de la devoción de un pueblo que vive en penumbra desde que Su Luz se marchase hasta otra nueva primavera. Es la sombra que nos queda, la sombra de la devoción, de entrar en Su Casa y verla más vacía que nunca porque nos falta Su Mirada, porque sólo la tenemos en nuestro pensamiento y en nuestro corazón, que con eso nos bastará para anhelarla por siempre. La Sombra que nos dejó es hoy lo que nos reconforta en Su Ausencia.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Melancolía

Hoy al amanecer el cielo gris anuncia algo mas triste el nuevo día. Comienza un espacio de tiempo en que las sombras alargan sus brazos para arrebatarnos la poca luz que nos va a quedar. La tristeza se palpa hasta en el cielo septembrino, que con sus peores presagios nos anuncia el Adiós. Adiós para el que repicarán campanas desde el cielo, Adiós para el que el cielo se abrirá entre los montes y el Sol bañará el Rostro mas Hermoso del Universo. Pastora Divina de las Almas de un pueblo que caminará tras Ella hasta su Casa Cortijera. Un año más el sol nacerá en el camino de gloria que lleva a su Ermita, para acompañar a jinetes y flamencas, a romeros y peregrinos junto a la Madre de Dios.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Septiembre...

Gris y húmedo, cual final del verano. Septiembre llega con el propio sentido de melancolía que busca en sus tardes, cada vez más cortas, el reflejo de un verano que se marcha casi por los poros de la piel. Se apagan las luces que dieron vida al parque de infancia, una vez regado el albero con el arte y la fiesta de un pueblo que vivía sus días grandes. Ahora llega Septiembre, que marcará el fin y el inicio. El fin de una estancia, el inicio de la ausencia. La ausencia llegará con el tintineo acompasado del repicar de campanas, tañiendo en la penumbra de una sombra alargada. Llega Septiembre, el mes del adiós.