Dentro de un mes a estas horas volveré a sentir el nerviosismo que desde pequeño he comprobado que es inevitable, por mucho que los años vayan pasando casi sin que me de cuenta. Dentro de un mes a estas horas mi corazón de niño tomará el pulso a mi vida, y como tantos años atrás, volveré al sentimiento inexplicable e incomprensible, sólo entendible por aquellos que, como yo, han nacido con la suer...te de ser hermanos de un mismo Dios que formó parte de nuestras vidas sin nosotros saberlo, sin nosotros elegirlo. Hoy ese Dios sigue formando parte y siendo timón de todos nosotros, y por eso yo, dentro de un mes a estas horas estaré como siempre intranquilo, deseando que las horas pasen como si fueran segundos, y comprobando que, pese a mi intención, las manillas del reloj de la Plaza me ganan un pulso que es más real, no consiguiendo que el tiempo pase más deprisa. Por eso dentro de un mes, cuando la noche caiga sobre mi pueblo buscando la Madrugada, mi vista sólo buscará ese cielo de la Sierra para comprobar si brillan las estrellas, mi mente sólo podrá recurrir a una parte de mis sentimientos, los de ser nazareno del primer Nazareno de la Historia. Mi alma vagará vestida con hábito morado, deseando que la noche se convierta en Madrugada para vivir el momento más esperado del año, y mi corazón, más nervioso e intranquilo aún, necesitará ser calmado y confortado por el bálsamo que el Señor de Guadalcanal nos dará en la Madrugada Santa como cada día del año. Dentro de un mes a estas horas, cuando el Jueves Santo se acabe, cuando los minutos pasen y llegue la Madrugada, habrá merecido la pena esperar todo un año para vivir de nuevo el gozo de hacer Estación de Penitencia.
lunes, 5 de marzo de 2012
martes, 28 de febrero de 2012
Cinco Luces, cinco Sombras
Caminan los días alargando sus pisadas, zancadas impetuosas de un tiempo que sucumbe al abismo de la angustia. Las pisadas leves pueden oirse, cercanas rechinando sobre asfaltos encerados por los primeros cultos externos de esta Cuaresma que avanza silente en sus primeras noches. Estas noches que nos trae las cinco luces de la devoción contenida, del amor eterno que Su Mirada nos derrocha. Cruzamos nuestra vista con la Suya y ¿quién es capaz de mantenerla un segundo? ¿Quién es capaz de aguantar esa humildad de un Dios cargado de Poder Divino, pero de humanidad cercana en su Imagen? ¿Quién se atreve a rendir cuentas ante este Dios que hoy se nos muestra cargado con el peso del pecado?. Nadie, nadie soportará la angustia de estos cinco días de luces, de sombras, de vida y esperanza, pero también de vaticinio de sufrimiento y muerte. Todo es necesario, nada imprescindible. Dios mismo se nos da en estos cinco días más cercano que nunca, antes de recorrer nuestras calles camino del Calvario. Seamos cirineos del Señor que necesita ayuda para llevar nuestros pecados hasta la muerte.
lunes, 20 de febrero de 2012
La Espera
Y que hay mejor que una espera, cuando se sabe que desembocará en la dicha plena. Estos dos días que faltan para adentrarnos de lleno en el tiempo que más nos gusta tienen ese regusto personal de lo anhelado. Tras un año de espera llegan los días gozosos de las vísperas. Las noches de parihuelas, las tardes de cultos, las mañanas frescas de los últimos días del letargo gris en el que hemos estado sumidos un año entero. Estos días de este año más que nunca son deseados. Por tantos motivos, por la aguada del año pasado, por los soles que deseamos para este. Por la cera que no se consumió en su día, y que alumbrará al Señor en sus Cultos de Cuaresma. En menos de una semana Dios Mismo pisará un año más el frío mármol del Altar Mayor de su Parroquia. Bajará de su Camarín donde recibe el beso de su pueblo, un pueblo que sueña ya con los días esperados. La espera sigue su ciclo y le quedan pocas noches, pocos sueños, pocos despertares hasta que la gloriosa mañana se torne en repique de campanas, palmas y ramos para alabar con Hosannas al Hijo de Dios.
miércoles, 8 de febrero de 2012
A dos lunas de la Luna
Hay quien cuenta los días de uno en uno, hay quien lleva la cuenta atrás en este calendario que marca inexorablemente el tiempo que queda por llegar. Hay quien mira al horizonte, calculando con las sombras que se forman las horas que quedan. Y hay quien de noche mira al cielo buscando la luna llena. Dicen que son doce al año, según la cuenta sólo faltan dos para que esa Luna, la Llena de Nisan, nos bañe con su luz, ayudando a la cera fundida a iluminar las calles de la ciudad. Sólo dos lunas nos faltan, las que quedan por llegar.
miércoles, 4 de enero de 2012
NOCHE DE ILUSION
Será como esa otra, esperada. Alcanzara límites de desvelo insospechado, pero al final conciliaremos el sueño. Un sueño que nos hará pedirle a los Magos que el calendario al revés en que se basa nuestra vida pase cada día más deprisa. Pondrá el inicio de un tiempo que está por llegar y que cada vez presentimos más de cerca. Un día, una noche mágica que devuelve a la Ciudad y los corazones al letargo incesante que nos hará despertar de este sueño profundo en que llevamos desde aquella tarde de Sol tras las Aguas que vinieron. Y poseer la ilusión de volver a verte por tus calles que sueñan tu Epifanía para mostrar por Sevilla, Señor, tu Gran Poder que conmueve, que conduce a la impaciencia y que hasta nos hace vivir despiertos en una Madrugada tan Santa como la que la Luna de Nissan nos mostrara su mayor despilfarro de luz. Es la noche de la Ilusión.
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