viernes, 18 de marzo de 2011
Fin del camino
Como un suspiro que marcha en unos segundos, cargado con la Cruz ha llegado al fin del camino, el monte Calvario en el que va a redimir al mundo crucificado. Nazareno de amor, que abatido por el cansancio y por el dolor sufrido, surca los vientos de esta ya mediada Cuaresma que hoy pone fin a su caminar interno, con la certeza de habernos acercado a Dios para vivir, en apenas unos días, su Pasión y Muerte. Hoy, Nazareno de Guadalcanal, acercaré mi mirada a la Tuya si Tu lo Quieres, hoy pondré en Tus Manos mi vida, como llevo haciendo desde niño, con la certeza de que son las mejores para ponerla. Hoy, con tu Pasión y tu Cruz me haré de nuevo nazareno de por vida, de un Dios que surca mi corazón a galope tendido y que hace que mi vida se fundamente en Su Mirada. Hoy, último día de este Quinario impaciente que busca su fin para acercarnos a la Madrugada, llenaré mi corazón con esa Presencia necesaria que por la lejanía no puedo tener a diario. Profundamente enamorado de este Dios Nazareno, volveré para renovar mis votos y mis creencias a la hora de protestar la Fe que mueve mi vida desde hace tantos años. Hoy, fin del Camino al Calvario, comienza la andadura para que de Tu Mano, Jesús Nazareno, alcancemos la Gloria.
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