miércoles, 23 de marzo de 2011

La hora

Ha caído la tarde en la Plaza y el sol baña la torre centenaria. Las campanas anuncian la hora en que los niños llegan al lugar en que comienzan a forjar amistades para siempre. Es el momento del día que invita a la oración y la Palabra. Suenan las campanadas de la cita. Primorosos vencejos voltean al son del metal que tañe y rompe el silencio. El centro se hace barrio de Sevilla. Y la torre marca la hora, esa intensa hora en que al pasar el portalón que detiene el tiempo y lo conserva contemplaremos al Amor de los Amores. La hora sigue avanzando igual que el tiempo, y de nuevo volveremos a la Plaza, esa vez para escuchar la campanada que marca el inicio de un nuevo tiempo de gozo.

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